Sabrosos Tamales



Santa Cruz de Flores es un distrito que emerge como un susurro de historia y naturaleza, situado a tan solo una hora al sur de Lima. Fue elevado a la categoría de distrito el 21 de diciembre de 1922, mediante la Ley N.º 4611 promulgada por el presidente Augusto B. Leguía. Con una extensión de 100.06 km², forma parte de los dieciséis distritos que integran la provincia de Cañete, en la región Lima, y se asienta a una altitud media de 85 m sobre el nivel del mar.



En este valle de suelos fértiles, Santa Cruz de Flores se ha ganado el título de “capital del vino y del buen pisco”, donde la vid florece junto a otros frutos como pera, manzana, plátano, durazno, yuca y legumbres. Sus viñedos artesanales y la hospitalidad de su gente sencilla convierten al visitante en testigo de una tradición que se remonta a los antiguos pobladores de la zona. El distrito reúne dieciséis centros poblados, entre ellos Azpitia, Bellavista, Bienvenidos, Flores, Granjas, Nuevo San Andrés y San José, cada uno con su propia luz y su propia historia.
La experiencia en Santa Cruz de Flores no estaría completa sin probar sus tamales, un manjar envuelto en hojas vegetales que huele a hogar y a fiesta. Existen múltiples variantes, pero los más emblemáticos se preparan con masa de maíz o mote condimentada con ají colorado y rellena de carne de cerdo o pollo. El resultado es un bocado tierno y fragante, cocido al vapor o hervido, que preserva la esencia campesina del lugar.

Receta Poética de Tamales de Maíz

Ingredientes necesarios

  • 1 kg de carne de cerdo o pollo, cortada en trozos pequeños

  • 1 kg de maíz, remojado la noche anterior

  • ½ botella de aceite (preferiblemente de girasol o maíz)

  • 2 cebollas picadas en cuadritos

  • 3 ajíes mirasol, limpios y sin semillas

  • ½ kg de ají colorado molido

  • Hojas de maíz (panca de choclo) o de plátano, para envolver

Pasos para un tamal sublime

  1. Escurre el maíz remojado y hiérvelo hasta que la cáscara comience a desprenderse. Enfría y muele hasta obtener una masa fina.

  2. En una sartén con manteca o aceite, sofríe el ají colorado hasta que libere su perfume. Incorpora este aderezo a la masa, sazona con sal y mezcla con cariño.

  3. Para el relleno, carne en aceite con la cebolla, el ají mirasol, sal y pimienta. Cocina hasta que la carne esté tierna y aromática.

  4. Extiende una hoja vegetal, coloca una porción de masa y en el centro añade dos cucharadas del guiso.

  5. Envuelve la masa con la hoja, formando un paquete compacto, y átalo con tiras de la misma hoja o panca. 

  6. Cocina los tamales en agua hirviendo o al vapor durante aproximadamente 1 hora. Si se enfrían, caliéntalos antes de servirlos para devolverles su tibieza y fragancia.

  7. Así, entre viñedos y senderos dorados por el sol, Santa Cruz de Flores invita a cada viajero a descubrir sus aromas, su fe y su hospitalidad en cada bocado de tamal.



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